¡Hola! Soy Mia Vanegas, este es el nombre que me conecta a ustedes, que me hace recordar que soy más que un cuerpo físico.
Mia viene del ser que marco marcó mi vida en un antes y un después.
Mia fue una perrita que llegó a mi vida en un momento donde cada vez todo era más oscuro, en ese momento en el que comienzas a generar las que yo llamo, preguntas milagrosas, las mías eran:
¿A qué vine? ¿Tendré un propósito o misión? ¿Hay algo más? ¿Por qué mis relaciones son siempre iguales? ¿Por qué mis parejas me hacen sufrir? ¿Por qué mi papá me odia?
En algunos videos les he contado esa historia, pero si quieres conocerla mejor puedes ir aquí
Vanegas es mi apellido materno y aunque en un principio decía que lo adoptaba para representar esta parte de mí, debido a que mi magia venía de este linaje, también lo hacía porque tenía dolor con mi apellido paterno e inconscientemente lo anulaba de lo que me representara; pero todo esto cambió cuando a través de un sueño me mostraron que realmente elegía este nombre porque era la manera de sanar, romper patrones, romper votos, pactos y promesas conscientes o inconscientes que tuviera con este linaje y así, liberar no solo a generaciones pasadas si no también, futuras. Me dijeron que Mia era un fragmento de mi alma que se desfragmentó en mi niñez y que, en mi adolescencia, me negaba a recuperar para ser fuerte y no sufrir, por lo que en esta etapa de mi vida mi parte terrenal estaba a flor de piel, con lo que no contaba era con que esa parte de mi si o si quería salir y ese bebe en algún momento nacería, a través del dolor o sin él, pero lo haría ¡y lo hizo de la manera perfecta!
Con los años y en este camino, he ido comprendiendo y reconociendo también la gran influencia que ha tenido mi primer apellido sobre mí, me ha dado la fuerza, la capacidad de creer en lo que hago, me recuerda que, aunque soy espíritu habito un cuerpo y puedo experimentar emociones, es mi polo a tierra. Y bueno, mi nombre de registro en este planeta tierra que muchos conocen, me hace ser la niña que no puedo olvidar que hay en mí.
Cuando estaba muy pequeña veía personas desencarnadas y realmente para una niña, la experiencia no era muy grata, así que con mi miedo lo fui bloqueando, o mejor, ignorando. Lo bonito de todo esto es que los animales han hecho parte esencial de mi vida y son ellos quienes poco a poco me han ayudado a reconciliarme con algunas capacidades a las que les temía e incluso a reconciliarme con la muerte, un tema que por muchos años me agobiaba demasiado.
Mia marca el inicio del reconocimiento de una capacidad hermosa que siempre tuve pero que no era consciente de ella, comunicarme con los animales y justo en el momento indicado comenzaron a llegar las personas que me guiarían es este camino de reconocer, aceptar y abrazar todas mis capacidades, o como muchos les llaman, dones; una vez que reconozco en mí esta capacidad no dejo de experimentarla ni un solo día y ese ha sido mi mejor entrenamiento. De los animales he adquirido el conocimiento más sabio que incluso, grandes cursos no me han dado.
Mi misión es contigo y conmigo, recordar que todos los seres somos uno sin distinción y una vez nos vemos como parte del TODO, nos reconocemos como amor incondicional y generar “amor en expansión”.
Es por esto que cuando inicio en la búsqueda para aportar al bienestar animal, me doy cuenta que el humano también debe ser ayudado a sanar, a reconocer su animalidad y de esta manera, mejorar no solo el vínculo humano-animal, si no, el vínculo “humano-todo lo que nos rodea” por tal razón me dedico no solo a dar sesiones a animales sino también, a animales humanos. Y lo mas lindo de estas sesiones es que aparentemente soy yo quien te ayuda a sanar, desconociendo que ustedes son mis mas grandes maestros.
De las cosas que mas disfruto y amo en lo que hago es ayudar a otros a recordar sus capacidades innatas, a reconocernos juntos, expandir la información que yo he ido recordando a través de cursos, talleres, encuentros espirituales y expediciones sagradas.
¿Qué he estudiado para esto? Muchísimas cosas, y creo que no pararé de hacerlo, te mencionaré solo algunas más abajo, no sin antes recordarte una hermosa frase que decía el maestro Mikao Usui: “El gran camino, realmente no es el camino. Al final te habrás olvidado de todas las técnicas y cuanto más avance menos técnicas necesitarás, todo será mas sencillo, y al final solo quedará el ser mismo”.
Tengo cursos certificados en:
Y actualmente me estoy formado como acompañante en bioneuroemoción.
